Cuarto capítulo de Friday the 13th (1980) en la que unos adolescentes alquilan una cabaña mientras el asesino serial regresa en el bosque de New Jersey. El film intenta darle un final (o un nuevo comienzo) a la serie. Jason revive en una camilla en el hospital, como Michael Myers en Halloween II (1981), luce unas manos demoníacas, gradúa sus apariciones durante la película y sobre el final muestra el rostro. Los adolescentes de la serie nunca estuvieron tan en celo como en este capítulo, pero el planteo directo de la historia ofrece algunos momentos atractivos. Los trece asesinatos permiten el lucimiento de los efectos de maquillaje de Tom Savini. Resulta impresionante la sangre oscura y la brutalidad de las primeras muertes. Después el espectador se acostumbra.