Comedia romántica en la que una mujer va a Paris a recuperar a su novio y conoce a un delincuente francés en el avión. La película trata de recuperar cierto aire de comedia romántica clásica. El guión de Adam Brooks está repleto de situaciones, gags, bromas y diálogos tópicos de los que Kasdan se esfuerza por sacar provecho. Pero más allá del rodaje en locaciones reales y la falta de pretensiones en conjunto, French Kiss está entre sus peores trabajos y Meg Ryan es una actriz que no puede hacer de ingenua y bomba sexual al mismo tiempo.