Thriller de acción en el que una fotógrafa americana es enviada a África y queda envuelta en una guerra entre la Interpol y un grupo de criminales. La película está dividida en dos partes. En la primera, el viaje de la protagonista promete porque plantea un conflicto personal a partir de pequeños indicios y, pese a la vocación paisajística de la fotografía, incluye una sorpresiva escena de sexo. La segunda, repleta de acción y de giros de la trama, aporta realmente muy poco. Las caídas libres del título son un simple adorno y ni siquiera en la resolución cobran relevancia.