Historia de amor amarga e imposible de un cowboy y una rubia en un motel en medio de la nada en New Mexico. Más allá de su desarrollo teatral y el trasfondo melodramático, el film es una auténtica rareza por la presencia del personaje del padre y la aparición de una mujer que dispara las emociones. Altman usa y abusa del zoom como si fuera un Jesús Franco cualquiera.