Comedia dramática en la que un caballero se convierte en el concejero del príncipe de Inglaterra en el siglo XV. Welles adapta por tercera vez a Shakespeare con un personaje a su medida (física, moral e intelectual) que expone todas las falencias del poder. Quedan en el recuerdo los travellings laterales de la brillante secuencia del robo en el bosque, la inserción de la comedia en la imitación del rey y el montaje violento de la batalla en el barro.