Documental en el que un antropólogo inglés se queda a vivir en una comunidad wichi en Chaco. Rosell vuelve al género documental luego de su experiencia en Bonanza (2001). Su particular acercamiento para nada declamativo encuentra sutiles destellos de ficción. Destacar de la película que la dosificación de la información está en pos de del impacto afectivo, que la concepción del montaje es tan delicada como la de la puesta en escena y que el tema de los objetos y el tiempo se traslada a los cuerpos y el espacio.