Drama criminal en el que una familia comete secuestros y asesinatos en la década de 1980 en San Isidro. Basado en un caso real. Trapero da un paso necesario para correrse del miserabilismo for export en el que estaba cayendo su cine: adaptar un material ajeno. Sin embargo, y pese a mantenerse en el registro realista, la construcción del film deviene demasiado artificial, especialmente en su primera mitad. La película adopta el tono y los recursos de los films de mafiosos de Martin Scorsese. Y allí aparecen sus limitaciones. Es cierto que en la resolución la impregnación que el personaje del hijo efectúa durante todo el film cobra sus dividendos. Pero eso no quita la superficialidad del retrato de la familia, la utilización ya estereotipada de las canciones de rock de la década de 1960 durante las escenas de violencia y la relación puramente ilustrativa del personaje de Peter Lanzani con su novia.