Drama en el que un doctor lucha contra una epidemia de hepatitis en un pueblo de Japón al final de la segunda guerra mundial. Imamura construye toda su película en vistas del explosivo poder crítico de la última secuencia en la que el hongo de la bomba nuclear es igual a un hígado enfermo. Así, redefine el concepto de las víctimas del ataque nuclear. El verdadero cáncer era la situación de Japón durante la guerra.