Comedia dramática de ciencia ficción en la que un hombre acepta someterse a un proceso de reducción de tamaño para vivir en una comunidad de gente pequeña y maximizar su patrimonio en Estados Unidos. Alexander Payne encara un proyecto un poco más arriesgado y ambicioso de los que venía realizando. La película arranca bien. Las diferencias de tamaño de los actores y el decorado no están destinadas al lucimiento de los efectos especiales, sino a explotar el costado cómico de las situaciones. Pero en la historia hay un par de cosas fuera de lugar: Matt Damon (el papel seguramente estaba pensado para Paul Giamatti, pero el presupuesto necesitaba de una estrella barata) y un guión que, una vez llegado al lugar dónde quería estar, no deja de tomar malas decisiones. La sátira siempre es un género tramposo y peligroso. En consecuencia el film se estanca en su última parte. El viaje a Noruega, si bien necesario ya parece de otra película. La trama sobre el medio ambiente, en realidad no está directamente relacionado con la reducción de tamaño, por lo que la sensación de desconcierto se termina imponiendo.