Comedia romántica de fantasía en la que un abogado muere y su ángel de la guarda le da unas horas de vida para ayudar a una joven caída en desgracia en Buenos Aires. En una de sus primeras películas Amadori se muestra como un hábil director que sabe combiner los géneros y los elementos disponibles. La película está muy bien actuada por Pedro López Lagar, el rostro de Fanny Navarro y los diálogos de Sixto Pondal Ríos y Carlos Alberto Olivari hacen el resto. Levemente se observa un toque Lubitsch, un malestar existencial que queda tapado por el tono de farsa. La ausencia de techo en el rodaje en estudio da pie a esas fiestas por las que se caracterixaba el cine argentine de la primera.El interludio policial sólo está para dilatar la resolución del conflicto, pero la escena en el subte con la pareja en fuga tiene una extraña vibración expresionista (Lang).