Melodrama en el que una bailarina acusada de muerte por su esposo en la noche de bodas escapa a Londres. A partir de un inocente personaje manipulador, de la mujer como eje del conflicto y de una trama que no teme meterse en derivaciones folletinescas, la puesta en escena es trágica y moderna a la vez. George Wilhem Pabst encuentra soluciones visuales arriesgadas para la magnitud del tema.