Drama criminal en el que un investigador de seguros ayuda a los abogados que defienden a un trío de adolescentes acusados del asesinato de tres niños en un pueblo de Arkansas en 1993. Basado en un caso real. Atom Egoyan sigue empleándose en encargos comerciales en los que no se ve ni una pizca de su antiguo talento. Si en un principio la premisa argumental podía remitir a su obra maestra, The Sweet Hereafter (1997), nada queda más que un drama vulgar de escenas de juicio. El film se esfuerza en averiguar lo que ya sabe desde el principio. Colin Firth luce cansado y sin ganas de actuar en el papel del investigador. Reese Witherspoon se ve forzada a usar la peor ropa abultada para esconder su embarazo de ocho meses. Bruce Greenwood y Elias Koteas tienen pequeños e intrascendentes papeles. Sólo la imagen del cartel de Stop que separa la calle del bosque tiene algo de resonancia.