Drama en el que un director de cine alquila un departamento para escribir un guión y se une a los reclamos de los inquilinos de su edificio en Paris. Tavernier abandona el paraguas del cine de género y de época, pero sigue encerrado. Nuevamente agota los personajes y el tema antes de que termine la función. Porque la historia de amor carece de riesgo y la trama de los reclamos se achica pronto. Mejor no hablemos de los enojos de Michel Piccoli y de las confesiones de Christine Pascal.