Policial en el que un detective ayuda a una mujer amnésica a recordar un asesinato en Los Angeles en la década de 1940. Si bien la película acierta en el juego de reminiscencias cinéfilas entre las dos tramas, la inclusión de cierto humor british en el dibujo de personajes y la aparición de Campbell Scott, la puesta en escena rápidamente se queda sin ideas. Branagh es un director que no puede mantener el artificio porque carece de ironía. El último tercio cae en todos los lugares comunes de los guiones entregados a las apuradas.