Comedia dramática en la que una madre soltera acepta un trabajo como acompañante en una boîte de Buenos Aires. Discépolo oficia de maestro de ceremonias (delante y detrás de cámara) de una boîte porteña en la que desfilan esas muñequitas porteñas de la década de 1930. Los diálogos tienen su inventiva. El gusto por los planos repletos de personajes generan una sensación de caos, pero la puesta en escena resuelve con sencillez (una elipsis) la trama del rapto del niño.