Thriller en el que cuatro jóvenes planean escapar de un centro de detención clandestino en el partido de Morón en 1977. Basado en un caso real. Caetano lleva el subgénero argentino de las películas sobre la dictadora al terreno del drama carcelario y el cuento de terror. Pero comete dos falacias ideológicas: en los films carcelarios carece de importancia el motivo por el cual los personajes están presos (acá no) y en los films de terror siempre hay una identificación con el monstruo (acá tampoco). Estos errores lo llevan a exacerbar el realismo sucio de la puesta en escena (por momentos insoportable) y la identificación con los prisioneros (cámaras a la altura del piso), como si quisiera justificarse. La película técnicamente es brillante (los precisos movimientos de cámara, la iluminación selectiva de la oscuridad, la utilización altisonante de la música, un par de secuencias de suspenso excelentes). Pero da la impresión de que termina cuando lo mejor estaba por pasar (las calles vacías del conurbano) porque la idea del mal ya estaba instalada en toda la sociedad. Parece que Caetano está demasiado convencido de la superioridad de su cinefilia y ha olvidado algunos detalles.