Comedia en la que un sastre casado le pide el departamento a un amigo para pasar la noche con una joven en Roma. El film tal vez sea la mejor de las comedias picarescas sobre la infidelidad de Sergio Martino, por su guión elaborado y sus personajes bien definidos. El gran momento se da cuando están los dos amigos juntos delante de la esposa y los dos responden al mismo tiempo para que nadie se confunda. Martino termina mostrando mucha más piel en sus primeros giallos que en sus comedias supuestamente eróticas.