Tercer capítulo de los cuentos de las estaciones de Rohmer en el que un joven de vacaciones en las playas de Bretaña que, mientras espera a su novia, conoce a dos chicas. Todas las claves del cine de Rohmer, los excelentes diálogos, el clima distendido y la utilización del encuadre, se aplican a la perfección a la comedia romántica de enredos adolescentes. Hasta cierto punto iguala la búsqueda del amor con la búsqueda de la identidad. El protagonista, confundido e indeciso, se perfila y se define a partir de la relación con el sexo opuesto. La resolución es la más inteligente y adecuada. A veces la solución está fuera del problema.