Policial en el que unos estafadores de Los Angeles arman un fraude para pagar una deuda a la mafia. La combinación de estilos intenta ser graciosa: diálogos pulp, narrador de flashbacks muerto, aire cool, trama alambricada. Pero la película está más allá del indie: el guionista Doug Jing incluye bastantes giros y alteraciones temporales para que un director sin problemas de moldear el producto a gusto del público junte un elenco atractivo. Tal vez la reformulación genérica más importante sea el tipo de crimen que cometen los delincuentes: la creación de una empresa fantasma tecnológica. Porque todo lo demás ya ha sido visto una y otra vez, incluso la colorida fotografía semáforo. James Foley abandona el rigor formal y se decanta por el estilismo puro. Pero lo mejor sigue siendo la dirección de actores: Burns siempre será un soldado Ryan irlandés, sino ver como besa a Rachel Weisz. Confidence es un film anclado en convenciones del género modernas y clásicas.