Thriller de acción en el que a un coronel retirado de los Estados Unidos le secuestran su hija de 10 años para que restituya en el poder a un dictador sudamericano y él se enfrenta sólo a un ejército en la selva. De sólo ver semejante premisa argumental, a Arnold Schwarzenegger en cueros durante casi todo el metraje y el caricaturesco retrato de los villanos sudamericanos, no podemos dudar de que estamos en presencia de una película de acción sin razón ni sentido.