Comedia en la que a un príncipe africano cansado del lujo le buscan una novia en los Estados Unidos, New York, Queens. El problema es que los chistes se acaban rápido, la forma de identificarse con el público también. La nula progresión de la historia de amos y sirvientes tiene una total ausencia de erotismo. La resolución con todos felices es la degradación moral asumida y celebrada por un Landis a gusto.