Melodrama en la que seis personajes se desencuentran en lugares públicos de Paris durante el invierno. La película es uno de los films de Resnais más sobrios, reposados y melancólicos, donde el humor está atravesado por la tristeza y el drama aligerado por cierta distancia. Al igual que Smoking/No Smoking (1993) es como si el tiempo transcurriera sin darnos cuenta y las cosas pasaran sin que los personajes las controlen. Al ponernos en situación de pareja en la que los roles son dados de antemano, el lugar define los comportamientos y los personajes están marcados por el estado de soledad, el film no hace más que jugar con la representación de las máscaras sociales. Incluso el único encuentro que sale bien, la cita a ciegas entre Lambert Wilson e Isabelle Carré, está condenado por el azar en un giro que recuerda a Las autopistas del sur de Cortázar. Uno de los detalles más bellos del film son los planos de la nieve que sirven de telón entre las escenas (una idea tan simple como efectiva), que ayudan a la fluidez del relato, perpetúan el estado de ánimo de los personajes y cumplen la misma función que las medusas en On connaît la chanson (1997). Hay que destacar en el reparto la extravagancia de Sabine Azéma, la sobriedad de Pierre Arditti, la sensibilidad de André Dussollier, la vulnerabilidad de Isabelle Carré y el desconcierto de Lambert Wilson, las auténticas estrellas del film que dan vida, cuerpo y corazón a los personajes (sólo Laura Morante queda algo desdibujada). Resnais sigue entregando con regularidad pinceladas de su enorme talento.