Drama en el que un hombre que se hace pasar por director de cine es llevado a juicio por una familia engañada en Teherán. Partiendo de un caso tan real como extraordinario, escenas que mezclan documental y ficción, actores interpretándose a sí mismos y una reflexión sobre los mecanismos del cine Kiarostami indaga en el sufrimiento como forma de expresión, en la capacidad de imaginación, en los límites de la representación y en las posibilidades de intervención del arte en la realidad.