Policial negro en el que el dueño de una posada se involucra con la esposa de un general dominicano depuesto en Miami. Ferrara adapta a Elmore Leonard antes de que este autor sea el modelo de policial negro gracioso y cool en el cine americano de la década de 1990. Incursiona con sordidez en el film noir. Lo mejor de la película son las escenas de muerte (cinco en total) y la forma rápida y contundente de mostrar la violencia, especialmente en las secuencias del ahogado en la pileta y del la ejecución en la ducha. Si bien algunos apuntes quedan en el aire, la simpleza de la historia de amor y los excéntricos personajes secundarios invitan a la simpatía.
La adaptación es bastante fiel, en cuanto a los personajes y las situaciones, pero algo se pierde en el camino. La voz en off que aparece cada tanto poco aporta. Da la impresión que Ferrara tiene poco margen de maniobra. La fotografía luminosa agrega color y el dibujo de los personajes es acertado, pero la propia mecánica de la novela, que deja buena parte de la acción suspendida o fuera de la pantalla, requiere otro tipo de acercamiento.