Melodrama en el que los habitantes de una excéntrica aldea hablan bajo para evitar las avalanchas del siglo XIX. Esta incursión en el cine de montaña de Guy Maddin esconde las más grandes perversiones de su cine. Las maneras más amables y los deseos más inconfesables se combinan con los peligros más cuidadosos. El libre uso del color y las formas no descuida el oportuno uso del sentido del humor: la historia del niño ciego, la escuela de mayordomos.