Thriller en el que un convicto sale de prisión y acosa al abogado que no lo defendió bien en la corte en Florida. Remake de Cape Fear (1962) o nueva adaptación de la novela de John D. MacDonald. La película no esconde sus convencionalismos en la manera de presentar la locura del villano, el dilema moral del protagonista y el recurso de poner a la esposa e hija en peligro, pero logra una atmósfera inquietante a partir del planteo directo de la trama, la agresiva planificación de Martin Scorsese y la convincente actuación de Robert De Niro. El body count sólo tiene dos víctimas (más un perro), pero la escena más perturbadora es el mordisco en la cama. Pese a insinuar algo diferente con el personaje de Juliette Lewis, se resuelve por los caminos conocidos del clímax anti clímax.