Comedia policial en la que un ladrón especialista del disfraz se hace pasar por director de cine para robar joyas en Italia. Guión de Neil Simon y Cesare Zavattini. El film combina con acierto la impronta picaresca italiana con el humor cínico/negro de Billy Wilder y el show unipersonal de Peter Sellers. Imposible aburrirse. De Sica se muestra poco complaciente con los campesinos que participaron en el film y la industria del cine en general, aunque no sea el más indicado para quejarse.