Drama en el que una adolescente se obsesiona con el bombero que salvó de una caída de caballo en el sur de Francia. A partir de la cercanía de la cámara a los cuerpos, las descargas de electricidad de la guitarra en la banda sonora, la inquietud del personaje, la continuidad temporal de la acción y la filmación de un incendio real en un bosque Simon desarticula la híper metáfora del título hasta convertir el film en una historia de amor fou no consumada.