Drama criminal en el que una asesina serial recorre con una cómplice y amante las carreteras de Inglaterra. Más allá de la sordidez de la historia, de la crudeza expositiva y de un final tan bello como perturbador, da la impresión de que Winterbottom sólo intentó llamar la atención con su ópera prima (aunque tenia un para de películas anteriores que no salieron del circuito de festivales). Porque ni la estructura de policial es sólida, ni la puesta en escena arriesgada e innovadora. Parece un telefilm subido de tono.