Comedia negra policial en la que tres hombres, un desocupado, un policía y un asesino, quedan vinculados con una ola de crímenes en Paris. Si bien el peso recae en los diálogos, Bertrand Blier utiliza la exquisitez visual para introducir un delirante surrealismo en la escena de los músicos en la habitación y en el clímax en el puente del río. Destacar la presencia de las calles y los edificios vacíos que dan lugar a las largas noches durante las que transcurre la acción.