Film de gangsters en el que un yakuza japonés desterrado busca a su medio hermano negro en Los Angeles. Kitano mantiene los contrastes entre los momentos de calma y la irrupción de la violencia. Por momentos el film recuerda a los pasajes de humor y ocio de Sonatine (1993). Pero los violentos tiroteos se vuelven monótonos (el body count asciende a ¡78!). También hay cortes de dedos y un harakiri. El personaje del yakuza taciturno de Kitano queda al borde de la caricatura y los bajones de ritmo afectan especialmente la parte final.