Drama en el que una mujer busca a su esposo, un músico de Los Ángeles que robó un dinero y va a México a esconderse. En blanco y negro, con fotografía de 16 milímetros, actores no profesionales (en su mayoría músicos de bandas punks de Los Ángeles caídas en desgracia), el film trata de capturar cierta escena, cierto espíritu de la época. Si Wim Wenders y Jim Jarmusch son dos referentes inmediatos, la película no termina de encontrar su estilo, su tiempo o dinámica propia, más allá de algunas bellas imágenes y el esporádico uso de la música de fondo.