Drama criminal en el que un adolescente conoce a un yakuza en Okinawa. El film mezcla el humor y la violencia de forma muy particular. Kitano trata de meterse en la mente del protagonista a la vez que intenta suspender el tiempo narrativo con numerosos planos de absoluta quietud. Es su película con más humor negro. El personaje que interpreta Kitano es un yakuza híper violento, casi demoniaco, en marcado contraste con la personalidad del adolescente.