Policial en el que un joven guarda costa trata de evitar que su hermano continúe en una banda de contrabandistas en una zona costera de Japón. La utilización del color agrega una nueva dimensión al cine de Suzuki. El azul del mar, el amarillo del vestido de una de las prostitutas, el rojo del cabaret donde se reúnen los personajes llenan la pantalla en ancho del scope. También Suzuki muestra su habilidad para encuadrar dos o más acciones dentro del mismo cuadro. La historia va por caminos previsibles pero no pierde atractivo en ningún momento.