Secuela de The Blair Witch Project (1999) en la que un grupo de jóvenes amigos se interna en el bosque embrujado de Maryland para saber lo que pasó hace 17 años. El film hace de cuenta que Book of Shadows: Blair Witch 2 (2000) nunca existió, pero igualmente cae en la misma trampa. El original es un film que clausura todo intento de secuela y si bien pasaron 17 años desde su estreno (lo que quiere decir que hay toda una nueva generación de adolescentes que probablemente no lo vio), no hay mucho más que explorar en el mismo escenario. Tampoco Wingard y su guionista Simon Barrett se esfuerzan demasiado desde el plano argumental (el hermano menor de la protagonista del original va en busca de saber lo que pasó). El nuevo dispositivo visual (unas cámaras digitales que se sostienen en los oídos de los personajes) permite mayor fluidez al formato de falso documental, pero le quita autenticidad a la propuesta. Si hay algo que sabía el original es que menos es más. Ni siquiera la siempre efectiva estrategia de contención (en el género de terror siempre funciona) logra pagar sus dividendos aquí. Cuando se desata el conflicto y la amenaza, Wingard planifica y monta como si fuera un slasher adolescente con la única diferencia que aquí no hay asesino enmascarado que habilite semejante despropósito.