Thriller de acción en el que un grupo de terroristas intentan hacer un atentado durante la celebración del Super Bowl en Miami con el conflicto israelí-palestino de fondo. El film tiene una sorprendente solidez en cuanto al suspenso, la acción y el drama. Principalmente gracias a la secuencia de intento de asesinato en el hospital, la persecución en las playas de Miami y la excelente interpretación de Bruce Dern. Sin embargo, en el abrumador clímax con el dirigible hacia el estado gana en espectacularidad pero pierde ambigüedad moral, rigurosidad y realismo.