Policial en el que dos mujeres en fuga levantan en la carretera a un hombre que puede ser un ladrón buscado por la policía en la frontera de Utah y Arizona. Cardone se suma a la moda de policiales negros de carretera de la década de 1990. No tan violento como podría esperar, las modestas intenciones del film pasan por el dibujo de personajes y por el juego con las expectativas del espectador. Durante un buen rato consigue lo que se propone. La larga secuencia en la que los personajes hacen una parada en unas aguas termales en medio del desierto, los desnudos de Mia Sara y una sorpresiva escena de sexo suponen un atractivo respiro para la trama de la película. Pero cuando el policía que investiga el caso es interpretado J. T. Walsh, uno sospecha que hay gato encerrado. Una vez que se devela el misterio del dinero y su personaje muere, el film se queda sin variantes. La resolución parece sacada de un ejercicio de curso de guión (el regreso del esposo infiel y golpeador resulta de lo más molesto).