Drama en el que varias historias giran alrededor de una banda de hip hop en New York. A partir de un variopinto grupo de personajes, James Toback trata de denunciar la hipocresía detrás de la glorificación del sexo, la violencia y lo negro del mundo del rap . Claro está que no puede ir más allá de la premisa. Lo mejor resulta el eclecticismo del reparto (algunos de ellos interpretándose a sí mismos) que incluye famosos raperos, jugadores de básquet, actores adolescentes, directores de cine, boxeadores y modelos. Solamente ellos logran sostener la atención durante la primera hora. Porque cuando Toback tiene que ensamblar o encaminar la trama hacia algún lugar se queda sin variantes e ideas: la trama de asesinato, el policía encubierto y los documentalistas decorativos. Además, da la impresión de que la resolución es precipitada. En el recuerdo quedan la escena que abre la película de unas adolescentes con un negro en el Central Park, la aparición de Mike Tyson (cuya actuación es de una autenticidad poco frecuente) y el papel de Robert Downey Jr. como esposo gay que da algunos toques de comedia. Toback no cae en la pedantería o la demagogia de otras veces, pero su film no es más que una curiosidad.