Thriller de ciencia ficción en que un hombre viaja con una cámara que graba imágenes para los ciegos a fines de 1999. El film es un proyecto ambicioso, con un corte final de casi cinco horas, filmado en siete países y cuatro continentes que mezcla el policial, una historia de amor y el drama. Pero Wenders termina arruinándolo por sus limitaciones y su falta de valentía. Es que la idea más sugerente, la de la adicción tecnológica, está resuelta de forma cansina, y la historia de amor se pierde entre tantos cables y monitores.