Policial en el que una escritora pierde a su hijo y su madre secuestra a otro para reemplazarlo en Paris. Claude Miller adapta a Ruth Rendell con una mezcla de policial y melodrama, insertando humor absurdo y líneas narrativas paralelas, pero el resultado es desparejo. Como ejercicio de estilo, con la fotografía colorida, la cámara al hombro y las líneas en la secuencia de créditos, es un poco timorato. Como reflexión sobre la pérdida y la maternidad, con los personajes que quedan a medio definir, el contraste de clases poco favorable y la obligada explicación de los sucesos, se queda corto. Por último, como trama policial, nunca termina de despegar, pierde el hilo conductor y se inventa un cliffhanger final. También queda a mitad de camino. Miller continúa lavando novelas. Prolijo pero superficial.