Cuento de terror metafísico en el que un hombre es torturado hasta la muerte por una misteriosa tribu en un bosque atemporal. El film es un experimento visual y narrativo radical y extremo que toma cierta estética del cine mudo y lleva a límites insospechados algunos de los postulados del cine de Pasolini, Lynch, Cronenberg y Tsukamoto. Plantea una original reflexión sobre las posibilidades de la imagen (como fluido de materia y luz constante), el poder coartante del lenguaje (una vez puestos los límites, la existencia está condenada a sufrir) y la contemplación del horror y la violencia (a partir de una imagen etérea, todo es permitido y bello). Begotten tal vez sea uno de los últimos largometrajes vanguardistas del siglo XX que cierra el ciclo abierto por los expresionistas y los surrealistas aprovechando de forma brillante las posibilidades de la tecnología.