Tercer capítulo de la vida de Antoine Doinel, recién echado del servicio militar y buscando trabajo en Paris mientras sale con una nueva novia. El tono dramático de Les quatre cents coups (1959) queda olvidado y da paso casi a una comedia romántica. A partir de los variados trabajos que el protagonista (portero de edificio, detective privado, reparador de televisores) el film analiza la relación trabajo-amor y la irracionalidad del amor.