Comedia dramática en la que un grupo de enanos toman una institución correccional mientras el director no está en una isla. Herzog va más lejos que Browning en Freaks (1932) en cuanto al retrato de la crueldad y la locura humana. Lo hace sin recurrir a la figura de la venganza contra los “normales”, al menos de forma particular, sino como expresión de la más pura animalidad. Tienen igual significado horroroso las torturas a animales, la cena que recuerda a Viridiana (1961) y las risas y voces macabras que los picaportes, camas y sillas de tamaño gigante desproporcionados.