Thriller en el que un profesor universitario se ve envuelto en una trama para asesinar a un primer ministro árabe en Londres. Los tres principales atractivos del film, la historia de espionaje-misterio para descifrar una inscripción, el tono de comedia ligera con el que Gregory Peck imita a Cary Grant y los estilismos visuales de la fotografía de Christopher Challis, se van desinflando conforme pasan los minutos (en ese orden). Pero hay algo casi experimental en las extrañas angulaciones de la cámara y los colores de la fotografía que está acorde con las persecuciones y que puede que haya servido de fuente de inspiración para los giallos italianos.