Comedia negra en la que el dueño de una estancia se enamora de una de sus ovejas a las afueras de Buenos Aires. La apuesta por el humor absurdo no se sostiene más allá del primer acto, pero Bizzio insiste en el chiste hasta las últimas consecuencias y el resultado es una rareza en estado puro. Podría ser una especie de psycho thriller, pero las muertes son motivadas o accidentales. La base policial no entra por ningún lado, pero allí está los detectives que investigan el caso. Las escenas de sexo con los animales están mostrados hasta donde se puede. Un inconveniente es la presencia de los dos hijos jóvenes que llegan a la casa una vez que la madre fue hospitalizada. Primero porque son dos personajes demasiado blandos y después porque desconocen lo que el espectador sabe desde la primera escena. Pero como todo en este film, se rige por una misteriosa lógica.