Drama en el que unos esclavos negros son llevados a juicio por un motín a bordo de un barco español en New Haven en 1839. Spielberg vuelve a utilizar el recurso de Schindler’s List (1993), es decir, la excepción como regla para mostrar el horror sin comprometerse. Pero en este caso se supera. Con los truenos que iluminan el sufrimiento de los esclavos, los coros solemnes de la partitura de John Williams, la fotografía limpia de Janusz Kaminski, la tajante división de personajes buenos y malos, los flashbacks de las aberraciones en el barco que los transporta, el plano de los esclavos que huyen como una manada y los ingleses garantes de la libertad, el film es un monumento a la abyección. Por no mencionar las cansinas escenas de juicio que estiran la duración hasta 155 minutos y las situaciones carentes de fuerza y emoción. Amistad es un film sobre la esclavitud y la historia de los Estados Unidos que esquiva los temas más relevantes. Tal vez sea el peor trabajo de Spielberg. Los conceptos de buen guión (el elemento que vuelve a aparecer), buena actuación (la introspección en la mente del actor), buen montaje (dar a conocer la mayor cantidad de puntos de vista) y buena fotografía (introducir la luz por algún rincón) puede que se cumplan, pero eso no garantiza nada. Spielberg trata de compensar el encargo de The Lost World (1997) con una película “seria”. Mal comienzo para su nueva compañía, DreamWorks SKG.