Drama en el que una mujer mayor visita a su nieto soldado en un campamento militar en la Chechenia ocupada. Sokurov abandona las grandes figuras de poder del siglo XX y regresa a los dramas intimistas como Mother and Son (1997) y Father and Son (2003). De hecho su film podría llamarse Abuela y nieto. En este caso desarrolla una veta neorrealista (continuidad espacio temporal, el personaje como testigo, el conflicto bélico de fondo) que siempre estuvo latente en su cine. A partir de una luminosa fotografía con luz natural, del retrato humanista de los soldados, de un personaje femenino que resiste, del breve paseo por un pueblo ocupado y de la ternura de la relación entre la abuela y el nieto, hace un film más exploratorio que declamatorio. Lo que nos permite apreciar la belleza de las imágenes y el paso del tiempo sin molestas interrupciones narrativas. Sokurov sigue depurando su estilo. Cada vez está más cerca de Kiarostami. Los dos tal vez sean unos de los pocos cineastas humanistas que quedan.