Drama en el que un ingeniero y una arquitecta casados con un hijo van a vivir con sus respectivos padres mientras construyen su casa a las afueras de Buenos Aires. Berneri trata combatir el sustrato burgués de la historia con una especie de regresión que experimentan los personajes en su relación. El star system nacional no es ningún impedimento para llevar al film a su terreno. Los planos más abiertos suponen una novedad para su cine, pero la cuestión del cuerpo sigue estando en el centro de la escena, incluso más aún: las disposiciones corporales diferentes de la pareja y la lucha por el espacio propio y común se convierten en el motivo de todas las escenas. Los problemas que se perfilaban al principio del film (los personajes demasiado burgueses, la incomodidad de los accidentes a punto de suceder, la sensación de déjà vu de Antonioni o Cassavetes) de a poco se van disipando y el planteo gana consistencia. El film narra la crónica de una separación forzada en un siempre ambiente a medio construir. Con esa familia a punto de mudarse y la destrucción de paredes, la película también se acerca a la ópera prima de Haneke, Der siebente Kontinent (1989).