Drama de fantasía en el que un establecimiento recibe a los recién muertos y les pide que recuerden un momento de sus vidas para llevárselo a la eternidad en Japón. Koreeda usa una premisa fantástica, le aplica un tono realista y recurre a una puesta en escena simple para lograr una de las más emotivas reflexiones sobre el cine y la memoria. La película no se queda sólo en el planteo inicial, sino que sobre el final aborda un drama personal en el que no hay fácil conciliación sino una búsqueda permanente.