Melodrama en el que una mujer se convierte en la amante de un rico solterón en Paris. Chaplin hace su primer film en el que no actúa y los resultados son sorprendentes. El uso de la síntesis y de la sugerencia se dejan ver en dos escenas claves de la película: el reflejo de las luces del tren a su llegada a la estación donde la protagonista lo espera y el descubrimiento de una prenda masculina entre la ropa de la protagonista cuando su criada acomoda su armario.